sábado, 27 de mayo de 2017

UNA PARROQUIA COMO DIOS MANDA.. (HOY: UN CURA COMO DIOS MANDA)


       (Articulo publicado en La Voz de Almería en Junio de 2010, que viene a colación hoy tras la partida de Antonio Felices.)  

          El tres de febrero del 91, se traslado la imagen de San Luis Gonzaga desde la Parroquia de Regiones, a lo que iban a ser los inicios de la nueva Parroquia de San Luis, situada en el barrio del mismo nombre. En un local de escasos metros, los bajos de un edificio junto a la plaza de La Libertad, se instalo provisionalmente la Iglesia, sin embargo este paso que debía ser casi efímero ha durado 20 años. Esto no ha sido inconveniente para crear una comunidad no muy numerosa, pero si muy solida. A pesar de los inconvenientes se han bautizado casi 500 niños y han hecho la comunión unos 800. Una Parroquia muy bien aprovechada, con solo el salón de la capilla, donde se podían reunir dos grupos a la vez y otro anexo más pequeño, ambos de alquiler, soportados con los esfuerzos de los feligreses.
A pesar de ser un lugar pequeño, con pocos recursos, no mermaba el que los grupos que se reuniesen allí fuesen numerosos. Cada curso había que hacer un autentico puzzle de horarios para que todos encajasen, eso hacia también que ninguna hora de la semana estuviesen ambos locales vacíos. Y esa tal vez sea la piedra angular de esta parroquia, que todo el mundo tenía cabida, los grupos que se han reunido en ella, eran de lo más heterogéneos dentro del arco de la Iglesia católica, mostrando así su variedad. El Movimiento Junior para niños de 7 a 12 años que funcionó desde los orígenes de la Parroquia, la acción católica de adultos y la HOAC; Caritas, realizando una gran labor en el barrio ayudando a personas y familias necesitadas, el pequeño grupo de mujeres de la “Legión de María”, fieles cada semana a su cita, grupos de matrimonios, Pastoral Obrera, además de las catequesis de Primera Comunión y de Confirmación.
La Parroquia siempre ha estado y sigue estando, al lado de la gente que más lo necesita, no solo económicamente, sino también apoyando y tratando de buscar soluciones, realizando apoyos a familias con problemas y de forma solidaria defendiendo causas justas, como la valiente apuesta de la ubicación de la oficina de extranjeros en el barrio, que a la larga ha venido a demostrar que no traía problemas y si beneficios especialmente para el colectivo castigado de los inmigrantes.
No sería justo hablar de todo esto, sin nombrar al artífice de todo ello, a la persona que ha concitado tantos aciertos y a tantas personas alrededor, que no es otro que su Párroco, Antonio Felices Álvarez, que tras 43 años de sacerdocio, con sus inicios en Sierro, su largo tiempo en la Puebla de Vicar, lugar donde dejo una profunda huella, llegó a San Luis, pasando aquí casi la mitad de su vida sacerdotal.
Llegar hasta este momento de consagración del nuevo templo ha sido algo largo y a veces tortuoso, han sido tres los solares destinados a la Parroquia y tres los proyectos que hubo que realizar hasta este definitivo, con una comisión que ha trabajado de forma continua por la nueva Iglesia, informando de las actuaciones, realizando visitas, inventando formas para recaudar fondos, siempre actuando con una ilusión extraordinaria.
Ha sido y seguirá siendo un lugar de encuentro, de refugio del que lo necesita, de impulso para otros, de familia, de oración común y de fiesta, aunque estas fuesen en medio de la calle por falta de espacio, como cada Vigilia Pascual. Después de 20 años, habrá un lugar donde poder circular sin tener que ordenar el “trafico” de fieles, poder celebrar más sacramentos sin temor a la falta de espacio, reuniones sin pedir turno y seguirá siendo como dice el slogan de trabajo para el nuevo templo: “Cosa de todos-Casa de todos”. Así sea

Ginés J. Parra

Miembro de Comunidades de base. Almería, 22 de Junio de 2010

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