domingo, 10 de marzo de 2013

UN PAPA NUEVO, PARA UN TIEMPO NUEVO.

Hace unos días, nos sorprende, en cierto modo, la renuncia del Papa a seguir ocupando la silla de Pedro. Aunque si atendemos a su edad y a su estado de salud propia de un anciano, la decisión es lógica y también si recordamos las informaciones que al respecto se habían venido filtrando en los últimos meses. Sí, es sorpresiva la decisión del Papa de renunciar a continuar ejerciendo, si miramos lo poco frecuente que es este tipo posturas en un Papa, mas de cinco siglos sin que algo así ocurriese, por tanto valiente aceptar que a sus 86 años no esta en plenas condiciones para dirigir la Iglesia Católica, algo loable y que debe servir de ejemplo antes de ver un Papa decrepito y con grandes dificultades físicas y con falta de capacidad mental y por tanto una persona que sufre. Por otro lado cada vez que hay la posibilidad de la elección de un nuevo Papa se abre una puerta a la esperanza de que el elegido sea un hombre progresista con apertura a todas las sensibilidades y que se pueda ver una Iglesia Cercana la realidad social, a la evolución continua de nuestro mundo y a la realidad actual de todos los cristianos. Y que sea realmente una Iglesia de y para los Pobres y excluidos de esta sociedad Que sea una institución de aires nuevos, de apertura, que permita la libertad de Expresión, que condene y corte de raíz los escándalos como de la Pederastia de forma valiente y drástica, así como sus relaciones con la Banca y con movimientos especulativos, máxime en estos momentos de crisis. Una Iglesia que se abra, de una vez por todas, también a la participación de la mujer en la Iglesia en todos sus ámbitos, órganos máximos de decisión y por tanto al sacerdocio en el seno de la misma. Un Papa y una Iglesia que reconozca el amor como la base fundamental de cualquier tipo de familia, antes que cualquier otro tipo de condenas, que admita a las personas de buena fe que son apartadas de la Iglesia por motivos de divorcio o tendencia sexual. Que acepte también a los sacerdotes o religiosas que un día decidieron formar una familia los acoja y puedan seguir ejerciendo y sirviendo para el bien de la `propia Iglesia. Llegan por tanto tiempos nuevos y son necesarios aires nuevos, con un Papa y una curia vaticana cercana y realista con la la realidad actual y acorde con la evolución de los tiempos, que dé libertad a todos los grupos de la Iglesia que son excluidos por pensar diferente y por querer ser consecuentes con el mismo Evangelio de Jesús. Todo esto son deseos, que difícilmente podrán verse reflejados cuando en estos años se ha renovado al consejo cardenalicio para hacerlo a imagen y semejanza del papa Ratzinger, mucho nos tememos que lo deja todo “atado y bien atado”, pero confiamos en poder equivocarnos y que en estos momentos que se avecinan, sean iluminados en una sabia decisión para hacer una Iglesia nueva, renovada, comprometida, actual y de los pobres. Ginés J. Parra. Portavoz de Comunidades Cristianas y movimientos de cristianos de base de Almería. 18 de Febrero de 2013 Publicado en la Voz de Almería el 06 de marzo 2013