martes, 8 de junio de 2010

MOLESTAN LOS POBRES Y EN EL CENTRO.


Siempre ha sucedido así a lo largo de la Historia, ya en la edad media los mendigos en los centros de las ciudades eran objeto de sucesivos bandos que los expulsaban mas allá de las murallas que rodeaban los núcleos urbanos.
De todos es conocida la Ley de vagos y maleantes, promulgada en 1933 y que fue derogada en 1970. Y es que siempre han molestado los pobres en el centro de las ciudades, quedan mal, dan mal aspecto, huelen fatal y claro en el Centro de las ciudades suelen vivir los pudientes y no les gusta salir de su casa y tener que ver la miseria, saltar por encima de ella.
Esto ocurre con el comedor de “La Milagrosa”, situado a escasos metros del Centro neurálgico de la ciudad, junto a La Puerta de Purchena, que puede afear el entorno, mostrar a la ciudad, que en Almería, como en el resto de España, también hay gente que es pobre de solemnidad..
En lugar de proponer un “monumento” a favor de la extraordinaria labor que realizan las hermanas de la Caridad y su grupo de voluntarias, se estudia una y otra vez, por parte de algunas personas, como cerrar ese comedor que atiende a aqullos que solo piden un plato de comida caliente al día.
Afortunadamente tanto Ayuntamiento como Diputación apoyan, incluso económicamente, este espacio social tan necesario, gestionado por las religiosas que fueron Premio Príncipe de Asturias 2005, precisamente reconociendo su excepcional labor social y humanitaria en apoyo de los desfavorecidos. Mientras, otros, investigan la forma de poder darle carpetazo en las narices a los que precisan de alimento. No es un gesto precisamente cristiano esa intención, eso sí, es mucho más fácil pasearse báculo en mano delante de algún Cristo y no actuar con una aptitud cristiana, es muy distinto predicar que dar trigo.
Es probable que no tengan el ultimísimo papel necesario en esta sociedad tan legalista y burocratizada, pero habrá que hacerlo posible entre las administraciones competentes. Tal vez en algún momento de un día concreto pueda haber un problema en las puertas del comedor, habrá que procurar la vigilancia necesaria. Porque dicho local pertenece a las Hermanas de la Caridad y ellas “invitan” a comer a su casa a quienes ellas desean…”Estuve hambriento y me disteis de comer”. Para los que se llaman así mismo cristianos esos planteamientos no comulgan, nunca mejor dicho, con lo que proclama el Evangelio
Quien conoce mínimamente esta realidad sabe que tiene mucho sentido la ubicación y que precisamente acuden allí personas que no harían a otro lugar por veinte razones distintas.
Sor Sabina, comentaba en la prensa que en los últimos dos años la población que acude a comer ha cambiado a causa de la crisis y son mas españoles, mas familias e incluso de diferentes lugares de la provincia.
En lugar de pedir el cierre o traslado, se debe de pedir un mayor apoyo a las distintas entidades, a nivel económico e incluso de personal, dotaciones y espacio para el mismo. Borremos la idea del cierre o el traslado y más bien veamos cuales deben de ser las soluciones y los apoyos para su continuidad tan necesaria en un espacio tan propicio, más que a algunos les pese.

Ginés J. Parra Córdoba
Miembro de Comunidades cristianas de Base. Almería, 12 Mayo 2010

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