domingo, 22 de mayo de 2011

INDIGNADOS, DISPUESTOS A ENSEÑAR LOS DIENTES.


La última gota que ha podido colmar el vaso ha sido la del presidente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss Kahn, ha sido acusado formalmente de tres delitos sexuales tras su detención por haber supuestamente intentado violar a una camarera de hotel.
Curiosamente este todo poderoso personaje, compareció ante la Jueza entre un drogadicto de poca monta y otra persona detenida por orinar en la calle. ¿Como se vería este hombre, acostumbrado a los grandes lujos, bajando al suelo así de golpe? Un Hombre que dormía el día anterior en hotel de lujo, en una habitación que costaba el módico precio de 3000 dólares noche.
Paradojas de la vida, a la misma hora que era presentado ante la jueza, este individuo debía de estar decidiendo junto a Los ministros de Economía de la UE aprobar el plan de rescate de 78.000 millones de euros para Portugal y empezar a preparar un segundo programa de asistencia para Grecia.
Esta es la realidad de la crisis, poner a la zorra a guardar las gallinas. Mientras piden a unos medidas de austeridad y apretarse el cinturón, esos mismos se dan a la vida padre, al confort y al lujo. Con una sola noche de hotel se podían pagar hasta tres sueldos para otras tantas personas. Que despilfarro y que desvergüenza. Todo eso sin entrar en las practicas por las cuales se les acusa, totalmente deleznables.
En nuestro país, empresas como Telefónica, estudian como repartir los grandes beneficios y paralelamente discuten sobre el numero de trabajadores que van a despedir. Igualmente sucede con los grandes bancos, que por un lado siguen obteniendo beneficios y por otro el Estado acude en su ayuda con dinero publico.
Por el contrario, a los trabajadores ya sean públicos o privados, se les recorta los sueldos, se favorecen las formas de despido, y como última gran idea nos piden mas trabajo y menos vacaciones.
Por tanto, la situación real es que trabajadores, estudiantes, pensionistas y los sectores más desfavorecidos son los que pagan las desigualdades de un sistema totalmente injusto. Se ha generado una situación donde el sistema económico, el mercado y las finanzas se ha impuesto ante unos grandes partidos que en toda Europa se someten totalmente a ellos.
Todo esto, que es incomprensible, no lleva por menos que a indignarse, a que los que peor lo pasan cada día digan que ya esta bien, que basta de tantas mentiras y tanto sometimiento. Que es deseable una sociedad mucho mas justa y mas igualitaria,
Es evidente que existe un gran descontento, que ha habido un cabreo contenido, pero que se ha estado jugando con esa paciencia que tiene un limite, se ha creído que no llegaría la gota que colmara el vaso y se ha seguido apretando por un lado a unos y satisfaciendo a los otros, a los poderosos. Se ha jugado con fuego y han empezado a quemarse.
Del cabreo, se ha pasado a la indignación. Estar cabreados es lamentarse pero no hacer nada. Estar indignados es no estar de acuerdo con lo que pasa y ponerse en marcha unirse a otros para cambiar las cosas.
Como dice José Luis Sampedro en el prologo del libro “Indignaos”: “Chicos, cuidado, hemos luchado por conseguir lo que tenéis, ahora os toca a vosotros defenderlo, mantenerlo y mejorarlo; no permitáis que os lo arrebaten”.
Ginés J. Parra Córdoba
Educador Social.
Publicado En La Voz de Almeria el 21 de Mayo 2011

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