jueves, 9 de junio de 2011

A MI SI ME IMPORTA UN PEPINO.


Desde el pasado día 26 de Mayo, las autoridades sanitarias alemanas anunciaron un brote infeccioso con una peligrosa variante de la bacteria "escherichia coli", que ha causado varios muertos, desde este momento y sin pensarlo dos veces, se aseguró sin prueba alguna, que tenia su origen en pepinos procedentes de España, mas concretamente de Almería , eso así a palo seco y sin anestesia.
Para seguir comprendiendo se debe saber que Almería es la primera exportadora de pepino y que las cooperativas calculan que han dejado de vender 80 millones de kilos de este productos desde el inicio de la falsa alarma a principios de la semana pasada. Y el problema no se queda aquí, sino que ademas de los pepinos afecta también a frutas y hortalizas en general. En total, los productores almerienses están perdiendo una media 6,1 millones de euros al día, según sus cálculos.
Esta alarma injustificada y sin fundamento provoco de inmediato que los Agricultores de Almería tuviesen que arrancar las plantas de pepino ante la imposibilidad de colocar el producto en Europa,con unas pérdidas millonarias que aseguran, son difíciles de calcular, ya que no solo afecta a los productores sino que se inicia una cadena interminable afectando a los que estos emplean, al sector del manipulado, al del trasporte, etc
Cuentan que en los almacenes almerienses se producían escenas terroríficas arrojándose miles de kilos a la basura ante la imposibilidad de darles salida en el mercado. Incluso se han visto obligados a cerrar y a despedir a la gente porque no pueden darle trabajo. También hay gente que ha adelantado el cierre de campaña.
Todo esto resulta chocante cuando uno se para a pensar en quien emite la voz de alarma, el país mas poderoso de Europa, el mas cuadriculado, el que se permite darse el lujo de decir que debemos y no debemos hacer; pues ante un problema que se genera y afecta solo a Alemania, en lugar de ser cautos utilizar todo su poder tecnológico y de investigación y no generar alarma alguna, se lanza sin esperar resultados y decide que la causa de sus muerte las provoca el pepino de Almería. Podía haber dicho que el caviar ruso o el salmón noruego, ... pero se le ocurrió que era el pepino. Claro que cabe pensar que este pretexto fuese mal intencionado con la idea de hacer daño y colocar así su genero.
Por todo ello confieso que a mi me importa un pepino o dos. Porque hace muchísimo daño a la imagen de Almería, a la base de la economía almeriense y muchísimas familias de agricultores y trabajadores del sector, un daño ya irreparable del que hay que partir de nuevo desde cero. El daño esta hecho y la duda persistirá, aunque sea por si acaso. Si somos europeos y todos pertenecemos a esas estructuras, deben producirse indemnizaciones cuantiosas, dimisiones y ceses en el gobierno alemán incluso en quien dirige la unión europea.
Si nada de esto sucede, mañana cualquier otro país podrá decir que determinado mal lo produce el vino de Rioja o las alcachofas de Tudela, valga como ejemplo.
Mas que nunca debemos empezar a partir de mañana a hacer buenas ollas de gazpacho andaluz, ponerlas de tapa en los bares y disfrutar de uno de nuestros buenos productos, incluso convocar una gran pepinada en el paseo con aceite de Canjayar y vinillo de Laujar y a los dirigentes alemanes que le den por donde amargan los pepinos.

Ginés J. Parra Cordoba. Educador Social. Almería 02 de Junio de 2011.
Publicado en la Voz de Almería el 09 de Junio de 2011

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