Hay tantas cosas en las que
fijarse en estos días convulsos, que a veces no sabes a donde mirar. Son tantas
las situaciones nuevas difíciles e inimaginables que es muy difícil sustraerse
y no comentar, no escribir; no sabes muy bien con que objetivo, si solo
sentirse uno aliviado o hacerlo por si le abres alguien los ojos y los oídos.
Hoy me levanté con una imagen
que me sobrecogió, era de varios lugares de Estados Unidos, donde a las
personas sin hogar se las había ubicado en zonas de aparcamiento, eso sí, muy
bien marcadas con sus líneas para cada coche, pero en este caso lo usarían personas.
Evidentemente, por mi ocupación
profesional, de forma inevitable contrapuse a otra imagen que vivo casi a
diario y a la que se une la puesta en marcha de un centro de acogida anexo o ampliación
del existente, para personas sin hogar como medida extraordinaria para paliar
las situaciones que con el coronavirus viven estas personas.
Contraponer ambas imágenes es
un ejercicio que las hace hablar por si solas. La primera es en Estados Unidos,
concretamente en Las Vegas; la segunda el albergue habilitado en Almería para
personas sin hogar, el segundo y ambos gestionados por el Ayuntamiento de Almería, donde los técnicos y profesionales
municipales se dejan el “pellejo” cada día por dar dignidad a las personas, trabajador@s
y educador@s sociales, psicólog@s, cocineras, limpiadoras, conserjes... Pero
voy más allá en las diferencias, entre un país y otro, es más que obvio que son
políticas y formas diferentes de como y a quien hay que atender. El país más rico y poderoso del mundo, cierra
las empresas y millones de personas van al paro pero sin subsidios, cuando además
la sanidad de estos, va ligada directamente con los seguros privados que
contratan las empresas, con lo que la desprotección es aún mayor, sin trabajo y
sin atención sanitaria, en plena Pandemia, claro que esto afecta, como desgraciadamente
suele suceder, con los que menos tienen.
Y ante esta forma de actuar, quitando las
protecciones básicas a los ciudadanos, surge lo contrario, la sinrazón, el
poder del más fuerte, del más poderoso y se les autoriza a los americanos a armarse
hasta los dientes, hasta el punto que las tiendas de armas entran en el listado
de las que pueden estar abiertas, consideradas como artículo de primera
necesidad
Todo esto obedece a la cabeza poco privilegiada de un
populista y millonario Presidente como es Donald Trump. Formas muy diferentes de
entender la política y la vida. Unos “aparcan” a las personas que no tienen hoy
una casa, en un parking al aire libre y otros buscan un lugar idóneo, sin lujos,
pero digno, como cualquier persona merece
Me temo que desde allí nos van
a llegar peores noticias en las semanas próximas. Casi me atrevería a hacer un
relato, con anterioridad, de lo que va a suceder, pero no lo haré para que no
me llamen agorero o catastrofista. Se escucha por estos lares a algun@s que
comentan que por aquí se hacen mal las cosas, pues tiempo al tiempo, esto
pasará y nos parecerá haber vivido un sueño y veremos como escapan unos países y
otros, pero mucho me temo que EE.UU, no va a ser un modelo en que mirarse para
nada. Salud.
Ginés
J. Parra.
Educador
Social
Almería, 02 de Abril de
2020
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