“Dios
escribe derecho con renglones torcidos”,
decía
le hermana Paciencia, ecuato-guineana, ella fue la enfermera
de Miguel
Pajares,
el primer repatriado a España por el virus, Paciencia se contagió
de la enfermedad al cuidar del religioso en Liberia, y aunque pidió
ser trasladada a España, su petición fue desoída, cosa que ella
entiende, “porque
yo no soy española”.
Eso sí, cuando se recuperó, las autoridades españolas decidieron
traerla porque su sangre podía curar al segundo misionero
repatriado, y aunque llegó tarde, ha sido fundamental para la cura
de Teresa Romero, ya que ésta ha sido tratada con su plasma
sanguíneo por los anticuerpos desarrollados al superar la
enfermedad,.
La
hermana Paciencia aseguró que no guarda "rencor" por no
haber sido repatriada a España cuando tenía
ébola,
lo entiende y ve lógico que su sangre haya sido utilizada para
librar de la enfermedad a la auxiliar española, es más, manifiesta
dar cuanta sangre sea necesaria para contribuir en la cura de otras
personas. Cuanta generosidad de su parte. ¿Como habríamos actuado
nosotros si nos hubiesen negado la posibilidad de curarnos en un
hospital español y después nos pidiesen nuestra sangre para curar a
otro?
La
misionera guineana superó definitivamente la enfermedad el pasado 25
de agosto, tras 16 días de aislamiento en Liberia. Una experiencia
que nunca olvidará, permaneció durante una semana en su domicilio
antes de ser ingresada en el centro de aislamiento de Monrovia. «Un
lugar que carecía de recursos humanos y materiales adecuados para el
tratamiento de la enfermedad», en un centro apenas había un baño
disponible para 30 enfermos, que en muchos casos dormían en
colchones e incluso directamente sobre el suelo.
Hasta
el 07 de Agosto, fecha en que fue repatriado el misionero español,
para nosotros, habitantes de este país y de Europa, el ébola era
una enfermedad lejana que se daba en África y muy poco más, pero de
pronto la enfermedad irrumpió en España, dos infectados fuera, que
acaban muriendo en España y una profesional contagiada que
afortunadamente se cura. Sin embargo en África se había cobrado ya
la vida de 4500 personas y un gran numero de infectados con el
agravante de unas muy deficientes condiciones y con escasos recursos
y un desconocimiento casi absoluto.
Me
atrevería a decir que en todo esto cúmulo de desgracias África
sale ganado, que gracias a que personas europeas y de color blanco,
se han contagiado, mas de uno se ha puesto las pilas y han visto que
aquello que estaba lejos nos puede llegar y que para atajarlo lo
mejor es enviar medios y ayuda a África. Según la Organización
Mundial de la Salud (OMS), Reino Unido encabeza la lista de dinero
enviado al continente africano, con 14,6 millones. Le sigue Alemania,
con 12,1 millones; y Francia, con 5,7. No es el caso de España que
le ha dedicado un residuo presupuestario para combatir la enfermedad:
422.000 euros ocupando el país el número 13 en cantidad donada. Por
poner una comparativa el ultimo desfile militar organizado por el
Ministerio
de Defensa
contó
con un presupuesto de 800.000 euros, sin contar con el desfile aéreo.
Una empresa como Ikea multiplica por diez el esfuerzo español con
5,2 millones de euros y la fundación de Bill Gates se disparan a los
10,6 millones de euros.
Para
acabar como empezamos, la misionera rogó a «los países de los
cinco continentes que se involucren con un problema que no solo atañe
a África»
Paciencia
Melgar agradeció a las instituciones españolas y a la dirección y
personal del hospital La Paz-Carlos III el cuidado de los hermanos de
la Orden de San Juan de Dios y manifestó su orgullo por la labor de
la sanidad española, personalizado en la figura de Teresa Romero.
La
hermana Paciencia, asegura sentirse «perfectamente bien» y sin
ningún tipo de “rencor”, porque como dijo Wyoming: "En
África necesitan nuestra ayuda. Ya no les queda ni rencor".
Ginés
J. Parra Cordoba.
Educador
Social.
Almería 23 Octubre 2014
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