Hace
no muchos años, y de forma lamentable, se sucedían atentados
perpetrados por terroristas. Hace unas semanas se produjo un atentado
en la Molineta en el Barrio de Los Ángeles. Unos terroristas
cometieron el vil atentado de asesinar con alevosía y premeditación
uno de los símbolos mas valiosos de este barrio y del entorno
etnológico de La Molineta, han fulminado La Molina situada cerca de
la Rambla de Belén, delante de la balsa Terriza, esa que a pasado de
ser un monumento de mas de un siglo de antigüedad en una horterada
colorista que rompe con cualquier equilibrio paisajistico.
Desapareció
así uno de los elementos singulares que forma parte de la memoria
colectiva de los vecinos, no solo de estos barrios colindantes sino
de toda Almería.
La Molineta, tiene valor en si misma, por una serie de características que la hacen singular por su historia y por su valor, etnológico, paisajístico así como por la fauna y flora con especies endémicas en la misma
La Molineta, tiene valor en si misma, por una serie de características que la hacen singular por su historia y por su valor, etnológico, paisajístico así como por la fauna y flora con especies endémicas en la misma
El
Canal de San Indalecio fue un proyecto diseñado en 1876 que trataría
con un complejo sistema de acequias, balsas, y minas para surtir de
agua a todas las fincas del norte de la ciudad. Dicho
encauzamiento partía desde
Benahadux, y recorría unos 14 kms, por la zona norte de la capital
hasta los pies de la Alcazaba y la Chanca cruzando cerros y ramblas
sirviéndose de minas y puentes. La gran vía hidrológica, fue una
enorme obra que durante más de un siglo ha sido un monumento al
ingenio agrícola almeriense y un documento cultural y etnográfico
de primer orden; pues bien, en lugar de conservarlo de restaurarlo
darle todo su valor e insertarlo en un gran parque para la ciudad, se
destruye se borra una vez mas los símbolos de nuestra memoria.
Evidentemente este tipo
de actuaciones obedece a muchas cosas, por un lado a personas que
mandan y gobiernan que no valoran nada en su justa medida, a
personas, muchas de ellas, que ni son de Almería, ni le tienen apego
a esta tierra, y a depravados urbanísticos que les importa todo un
pepino con tal de hacer negocio, a personas carentes de cualquier
tipo de sensibilidad.
Se trata de ir
destruyendo y arruinando poco a poco todo lo que en esta zona tiene
valor, hoy ha sido la Molina, el año pasado la cueva de Conan, ayer
la Balsa de Terriza convertida en una construcción desagradable que
agrede a la vista y mañana que sera el cortijo situado a 50 metros
que aun muestra el esplendor del balcón con sus cristaleras o el
Cortijo de los Gongora, todas las acequias, la balsas como al de los
cien escalones..., ¡con lo que esta costando tirar el desagradable
Hotel del Algarrobico! Hubiese sido una buena idea restaurarla y
volver a darle todo su esplendor, rodearla de un jardín y poner al
lado un placa explicativa al respecto.
Tanto el Ayuntamiento
como la Junta, no han sabido o mas bien no han querido, proteger la
zona y los bienes que en ella hay y han permitido este derribo que
demuestra la falta de interés y
sensibilidad con el patrimonio de todos los
almerienses.
Para muchos de los que
hemos nacido en este barrio y para otras personas de la ciudad todo
este entorno es una parte muy entrañable de cada uno y de su pasado,
del de nuestros padres y abuelos, ¿con que derecho?. La perdida de
nuestro patrimonio, es la perdida de parte de la historia y atentar
contra la historia es hacerlo también contra los ciudadanos y somos
muchos, miles.
Ginés
J. Parra. Educador social. Ex-presidente de la A.V. “La Palmera”
23/05/14
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