miércoles, 10 de febrero de 2010

LIMPIEZA, COMO Y CUANDO.

Foto: Ginés Parra 05/01/10
Debemos partir de una premisa mínima, que es que en cualquier pueblo o ciudad se limpia por igual en cualquier zona de la misma, por un principio de equidad, porque todos son vecinos y ciudadanos y porque contribuyen con sus impuestos para que así sea.
Siempre me ha llamado la atención, que en los últimos años tras la cabalgata de Reyes o en la batalla de flores, al final casi como una atracción mas, se coloque un ejercito de maquinas y personal de la limpieza que mas bien pareciese un intento de demostración de “fuerza” para enseñar toda la parafernalia que hay disposición de dar lustre a la ciudad.
Llama la atención, porque no esta acorde tanta maquinaria, con la basura que se produce en alguno de dichos eventos. Incluso estando parados se afanan por demostrar que aquellas aspiradoras funcionan a la perfección.
Resulta bastante desagradable, que tras la magia de lo acontecido, de esos ojos perplejos por lo visto, ese corazón súper esponjado, estando medio atontados…alguien te diga:”Apártese que lo pillo, que lo barro”. Vuelves en ti de golpe, de una forma brusca regresas a la realidad, lo visto era solo un sueño. Ni se te ocurra meter la mano si ves un caramelo que se quedó olvidado, que te chupan la mano.
Pues bien, alguien dirá que todo esto a cuento de qué. Pues saco esto a relucir, y nunca mejor dicho, por lo perplejo, que un año más vine a quedarme al salir a pasear tres horas después de haber pasado la media Maratón por las calles de nuestra muy noble y muy leal Ciudad de Almería.
Aproximadamente sobre las 14 h. cualquier ciudadano o visitante que recorriese la Avenida Federico García Lorca, por ejemplo, se quedaba atónito, la gente se preguntaba que había pasado. Los jardines estaban llenos de miles de botellines de agua vacios, rincones con cascaras de naranja amontonadas, esponjas de mil colores por doquier,…En este caso, al parecer, el batallón de maquinaria y personal de limpieza había brillado por su ausencia.
Algún mal pensado apuntó, que tal vez en este caso no había tanto público para “lucir” y desplegar todos los enseres y maquinaria de la que se dispone para abrillantar nuestras calles. De todas formas bueno será tomar nota para los próximos acontecimientos deportivos de esta índole y tal vez dejar la limpieza de cabalgatas, aunque sea para solo medía hora después de haber transcurrido esta y así nos vayamos a nuestra casa aun con la miel en los labios y no se rompa la magia que se crea en esos momentos.
Ginés J. Parra Córdoba.
Educador Social.
Almería, 02 de Febrero de 2010

Publicado En La Voz de Almería el 09 de Febrero de 2010

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