Adrián
ha cumplido hace unos días 15 años, todo un campeón, nació en una
familia con valores excepcionales. Llegó así sin mas, el primer
hijo de una pareja joven, un niño guapo, grande, esperado y deseado,
al poco tiempo se empezó a detectar algún problema en su normal
crecimiento y comenzó la lucha, desde el mas absoluto de los
cariños, para ver que le pasaba y que se podía hacer por él.
Adrián
se le detecto el
“Síndrome de Angelman”, que es
una enfermedad neurogenética que se caracteriza por un retraso
mental severo, afecta al habla, con poca
coordinación
motriz, y problemas de equilibrio y movimiento,
muestra
un aspecto feliz que incluye carcajadas frecuentes, sonrisa y
excitabilidad.
Este
niño ha contado con la suerte de tener unos “padres coraje”, una
familia que le quiere a rabiar y un grupo de amigos que los hacen ser
extraordinario. Sus padre y su madre, lejos de resignarse,
emprendieron una lucha por superar cualquier dificultad, por hacer de
Adrián un niño feliz, plenamente integrado en todas las facetas de
su vida, no sin muchas peleas, visitas, tanto a nivel medico,
sanitario, como educativo y en su ocio.
Investigando
donde poder ir superando las dificultades, operaciones para conseguir
su estabilidad y movilidad y lo consiguieron, como integrarlo a nivel
educativo y lo lograron, que se pudiese comunicar y lo hicieron
posible, que fuese feliz y lo es.
Esto
no deja al margen su socarronería, el tratar como cualquier niño de
conseguir lo que quiere, lo que le gusta, estar con quien quiere o ir
a donde desea, para eso también como todos los padres hay que
ejercer de poli bueno y poli malo. Gracias también a la Asociación
ANDA, donde está plenamente integrado, participa junto con sus
padres y su hermana en numerosas actividades de ocio, convivencia,
deporte y aire libre.
Hasta
este curso, ha estado escolarizado en
el aula específica del CEIP Torremar, al cual acude junto con su
hermana,el próximo curso tiene que producirse un cambio
de etapa educativa pasando del colegio al instituto,
al igual que su hermana que pasa a 1º de la ESO y el resto de sus
compañeros con los que se ha trabajado tanto desde pequeños. La
inclusión ha convertido la diversidad en una realidad, enriqueciendo
a todos los alumnos y
haciendo que crezcan y aprendan juntos, unos de otros.
En
el nuevo instituto aparece el aula específica creada y destinada
para alumnos con necesidades educativas especiales con aseos
adaptados dentro del aula y sin barreras arquitectónicas, sin
embargo, Educación dice que
el aula de educación especial no se pondrá en funcionamiento,
alegando que sería el único alumno, cuando según la Ley, el ratio
de las aulas especiales son de 1 a 5 alumnos, por tanto, ya está el
primero.
Pretende
la Junta, que en el cambio de etapa no haya continuidad,no quiere
seguir con el trabajo que con tanto esfuerzo se ha realizado el
colegio. Quieren empezar casi de cero, pretendiendo una nueva
adaptación una nueva integración, sacarlo de su entorno, de sus
amigos, en un instituto donde no conocería a nadie, ni nadie lo
conoce a él, cosa que podría causarle graves problemas psicológicos
Quieren
incluso, que los hermanos vayan a centros distintos cuando ellos han
demostrado normalidad, inclusión junto con todos los alumnos de este
centro.
Por
este motivo, la familia de Adrián, sus amigos, compañeros y
profesores han iniciado una lucha, que les ha llevado a entrevistarse
con la delegada, denunciarlo en los medios de comunicación, en el
Parlamento Andaluz, defensor del pueblo, una manifestación y una
recogida de firmas que va ya por las 8.000 personas y continúa.
Es
difícil entender porqué se le niega la posibilidad de seguir
estudiando en el centro de secundaria que le corresponde y con sus
compañeros, cuando por justicia y por derechos le corresponde. La
integración, la inclusión, la normalidad y la lógica se demuestra,
ejerciéndola.
Ginés
J. Parra Córdoba.
Educador
Social.
Almería 22 de Marzo de 2017
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