lunes, 1 de mayo de 2017

ADRIAN QUIERE IR A SU INSTITUTO.

Adrián ha cumplido hace unos días 15 años, todo un campeón, nació en una familia con valores excepcionales. Llegó así sin mas, el primer hijo de una pareja joven, un niño guapo, grande, esperado y deseado, al poco tiempo se empezó a detectar algún problema en su normal crecimiento y comenzó la lucha, desde el mas absoluto de los cariños, para ver que le pasaba y que se podía hacer por él.
Adrián se le detecto el “Síndrome de Angelman”, que es una enfermedad neurogenética que se caracteriza por un retraso mental severo, afecta al habla, con poca coordinación motriz, y problemas de equilibrio y movimiento, muestra un aspecto feliz que incluye carcajadas frecuentes, sonrisa y excitabilidad.
Este niño ha contado con la suerte de tener unos “padres coraje”, una familia que le quiere a rabiar y un grupo de amigos que los hacen ser extraordinario. Sus padre y su madre, lejos de resignarse, emprendieron una lucha por superar cualquier dificultad, por hacer de Adrián un niño feliz, plenamente integrado en todas las facetas de su vida, no sin muchas peleas, visitas, tanto a nivel medico, sanitario, como educativo y en su ocio.
Investigando donde poder ir superando las dificultades, operaciones para conseguir su estabilidad y movilidad y lo consiguieron, como integrarlo a nivel educativo y lo lograron, que se pudiese comunicar y lo hicieron posible, que fuese feliz y lo es.
Esto no deja al margen su socarronería, el tratar como cualquier niño de conseguir lo que quiere, lo que le gusta, estar con quien quiere o ir a donde desea, para eso también como todos los padres hay que ejercer de poli bueno y poli malo. Gracias también a la Asociación ANDA, donde está plenamente integrado, participa junto con sus padres y su hermana en numerosas actividades de ocio, convivencia, deporte y aire libre.
Hasta este curso, ha estado escolarizado en el aula específica del CEIP Torremar, al cual acude junto con su hermana,el próximo curso tiene que producirse un cambio de etapa educativa pasando del colegio al instituto, al igual que su hermana que pasa a 1º de la ESO y el resto de sus compañeros con los que se ha trabajado tanto desde pequeños. La inclusión ha convertido la diversidad en una realidad, enriqueciendo a todos los alumnos y haciendo que crezcan y aprendan juntos, unos de otros.
En el nuevo instituto aparece el aula específica creada y destinada para alumnos con necesidades educativas especiales con aseos adaptados dentro del aula y sin barreras arquitectónicas, sin embargo, Educación dice que el aula de educación especial no se pondrá en funcionamiento, alegando que sería el único alumno, cuando según la Ley, el ratio de las aulas especiales son de 1 a 5 alumnos, por tanto, ya está el primero.
Pretende la Junta, que en el cambio de etapa no haya continuidad,no quiere seguir con el trabajo que con tanto esfuerzo se ha realizado el colegio. Quieren empezar casi de cero, pretendiendo una nueva adaptación una nueva integración, sacarlo de su entorno, de sus amigos, en un instituto donde no conocería a nadie, ni nadie lo conoce a él, cosa que podría causarle graves problemas psicológicos
Quieren incluso, que los hermanos vayan a centros distintos cuando ellos han demostrado normalidad, inclusión junto con todos los alumnos de este centro.
Por este motivo, la familia de Adrián, sus amigos, compañeros y profesores han iniciado una lucha, que les ha llevado a entrevistarse con la delegada, denunciarlo en los medios de comunicación, en el Parlamento Andaluz, defensor del pueblo, una manifestación y una recogida de firmas que va ya por las 8.000 personas y continúa.
Es difícil entender porqué se le niega la posibilidad de seguir estudiando en el centro de secundaria que le corresponde y con sus compañeros, cuando por justicia y por derechos le corresponde. La integración, la inclusión, la normalidad y la lógica se demuestra, ejerciéndola.

Ginés J. Parra Córdoba.

Educador Social. Almería 22 de Marzo de 2017

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