miércoles, 12 de mayo de 2010

UN ESTUPIDO VELO EN NUESTRA MENTE

FOTO: Ginés J. Parra.
Todo el mundo ha podido escuchar en estos días la polémica surgida en el Instituto “Camilo José Cela” de Pozuelo de Alarcón, por no permitir la entrada al mismo de una chica de 16 años que usa el velo islámico.
No seré yo quien defienda el uso de cualquier elemento que suponga sumisión, pero de ninguno. Pero si apoyar a quien desee usarlo como signo de identidad o propio gusto y deseo personal y si defender el derecho a la educación, en este caso de una menor.
Llama mucho la atención, saber quien tiene el poder en estos temas, quien toma las decisiones en los Centros educativos, cuando para cosas mas importantes ni se tiene, ni se ha tenido. Resulta que el escalafón inferior, el ultimo en todo el entramado escolar, es quien decide si esta niña puede o no entrar al Centro. No hay leyes de mayor rango, ni la Constitución, ni los derechos humanos,…sino que al parecer, estas cosas están en manos de cualquier consejo escolar, que el día del año que sea y cuantas veces se desee durante el curso, se puede modificar cuantas normas le venga en gana.
Se inventan una norma que “prohíbe el uso de prendas que cubran la cabeza”, se supone que ya sea el velo islámico, una gorra o un simple pañuelo…E imaginamos también, que por ejemplo se pueda impedir a una religiosa católica en la universidad que use su habito, o a cualquier niño o joven que cubra, por desgracia, su cabeza para ocultar la caída de su pelo por motivos de quimioterapias.
Suponemos que cualquier instituto o colegio puede hacer sus normas internas propias, diferentes… Aquel puede prohibir el uso de faldas en las niñas, el otro el de piercings o pendientes, otro que se peinen con crestas o pelos de colores,... De esta forma se tendrá que editar una guía con lo que permite o prohíbe cada Centro, para elegir primero cual irá de acorde con sus gustos. Todo esto sucede, sin que una comunidad autónoma o el ministerio, marque unas pautas o unas formulas que igualen y no diferencien.
A esta niña se le niega un derecho, y los padres se ven obligados a buscar otro Centro. Uno de los institutos más próximos, reúne a su consejo escolar de urgencia y modifica sus normas introduciendo la ya famosa norma de no poder cubrirse la cabeza. Que rapidez y urgencia se tienen para unas cosas y sin embargo para otras que lento se actúa. Hace más de dos años, un centro educativo y alguna asociación de El Ejido solicitan la modificación en los recorridos de los transportes escolares, esto se dilata en el tiempo, hasta que hace pocos meses, a causa de esta mala distribución, una niña muere atropellada, para eso no había urgencia alguna.
Compañeras de esta niña rechazada por el uso del 'hiyab', no ven problema, se solidarizan cinco de ellas y se ponen su velo. Tampoco en centros educativos en Almería ven problemas entre compañeros. Parece que el problema nace más de padres y profesores, llenos ya de prejuicios, que entre los propios iguales.
En Francia, estos días nos sorprenden multando a una mujer que conducía con velo alegando su falta de visibilidad, lo hacía desde hace 9 años, probablemente el policía iría cubierto con su casco y tal vez incluso un pasamontañas o “braga”. ¿Y las monjas que conducen con hábito?, recordemos esa mítica película de “Sor Citroën” con Gracita Morales y Rafaela Aparicio, sin problemas.
Como alguien no ponga coto a tantos desmanes, podemos acabar poniendo normas hasta en la forma de ir al retrete, me temo. Luego aparecen panfletos con algo más que tintes racistas y se escandaliza el personal.

Ginés J. Parra Córdoba
Educador Social. Almería, 28 Abril 2010.

1 comentario:

Mariam El Fazazy dijo...

Yo creo que tienes toda la razon del mundo.