lunes, 28 de diciembre de 2009

AMPLIAR LA ENSEÑANZA OBLIGATORIA HASTA LOS 18 AÑOS.

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, señalo hace unos días la posibilidad de ampliar la enseñanza obligatoria hasta los 18 años de edad. Tal vez se trate de un “globo sonda” para intentar pulsar la opinión en los distintos ámbitos de la sociedad y de la educación.
Ciertamente este puede ser un tema controvertido, e incluso algunas personas pueden argumentar, que existen ya suficientes problemas siendo la obligatoriedad hasta los dieciséis, cuando existen alumnos que no quieren estudiar a partir de los 14, pero que permanecen en la enseñanza dado que esta es obligatoria.
Pero sin embargo la solución a esta situación y a esta edad tan joven, no puede ser abrirles las puertas y lanzarlos a la calle, a su suerte, o abocarlos sin mas al mercado del trabajo, mal pagado y en muchos casos indigno. Tal vez habrá que plantearse si es necesario que nuestros jóvenes, nuestros hijos, se formen de la forma mas adecuada y obligatoriamente a la máxima edad posible. Es decir, cuanto más mejor.
Es necesario estudiar la posibilidad de que el sistema se pueda hacer "más flexible" y que dentro del bachillerato se abriese un amplio abanico de posibilidades dentro de las formas de poder hacerlo.
Estando por tanto de acuerdo con la posible ampliación de la obligatoriedad escolar y aceptando que algunos de estos jóvenes no se adaptan, no son capaces o tratan de buscar la salida más inmediata posible; lo que se hace necesario, es arbitrar otras medidas, crear otros niveles, que les permita continuar dentro de la enseñanza hasta los 18, pero diferenciando y teniendo en cuenta, en primer lugar los propios intereses de los jóvenes. No tendría por que ser una enseñanza idéntica para todos, con un recorrido común. Habría que estudiar otros caminos que puedan ser mas atractivos para estos, tal vez una enseñanza más profesional, enfocada hacia una mano de obra especializada y necesaria, estableciendo incluso un periodo de aprendizaje o de practicas en empresas donde se intuya una inserción laboral más inmediata y un tipo de formación mas practica. Es algo más que notable, que es necesario formar auténticos profesionales
Ampliar la edad obligatoria de educación, lleva aparejado arbitrar otra serie de medidas o garantías que permita a TODOS los alumnos una correcta enseñanza. Indudablemente y de forma paralela a todo esto, habría que dotar económica y profesionalmente los centros para poder diversificar la oferta y atender todas las posibilidades e inquietudes de los jóvenes.
No se trataría en ningún caso de “apartar” o “separar”, por su falta de interés o por su conflictividad, si no de diversificar y adaptar la enseñanza a las distintas necesidades, tanto de los jóvenes como de la propia sociedad, estando siempre integrados en los centros de enseñanza. Seria atender de forma conveniente, ampliando las medidas de atención a la diversidad que contempla la ley como las comunidades de aprendizaje, los grupos interactivos, el aprendizaje cooperativo…
En esta tarea, el papel de los educadores sociales es esencial, así como a la hora de incentivar y motivar y de ofrecer distintas soluciones, en el intento de ampliar la edad escolar obligatoria y de que todos pudiesen tener cabida en ella. Ginés J. Parra. Educador Social.

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