jueves, 26 de enero de 2012

POR ENCIMA DE NUESTRAS POSIBILIDADES.


Esta frase se ha hecho común entre nosotros en los últimos meses, tertulianos de pro, políticos, e incluso el pueblo llano lo repite; “Hemos estado viviendo por encima de nuestras posibilidades”, y lo que sucede con estas cosas, es que a fuerza de repetirlo de forma machacona, de escucharlo una y otra vez, en emisoras de radio y medios de comunicación, se convierte en un mantra que acaba uno creyendo a pies juntillas. Y lo más terrible es que gente que no tiene donde caerse muerto, lo repite igualmente. De pronto tienes que parar a alguien y decirle: ¿Vamos a ver, usted a vivido por encima de sus posibilidades? Si usted lleva cobrando una pensión de 600 y poco euros desde hace un montón de años y llega a fin de mes a duras penas, pero no este año de crisis sino hace cinco igualmente.
Dicen que es que atábamos los perros con longaniza; sí,algunos lo atarían pero es que yo ni tengo perro ni longaniza con que amarrarlo. Se generaliza tanto, que parece que esos eran la mayoría, cuando sucede que era todo lo contrario. Es mas, incluso se utiliza el pretérito, como si ya no sucediese, como si no hubiese personas que siguen viviendo a un gran nivel mientras otros pasan hambre. Como si ya no hubieres gente que acumula cargos y sueldos. Como si ya no hubiese gente con mas de tres casas o con mas de cuatro coches.
Según los últimos datos, cuentan que ha disminuido la venta de vehículos, pero que sin embargo ha aumentado la de vehículos de lujo y justamente esta pasada Navidad los medios de comunicación hablaban de una feria de vehículos de lujo que se celebraba en Madrid con gran afluencia tanto de publico como de ventas. Lo que viene a demostrar que en este país a unos les sigue yendo mejor que a otros y que no a todos se nos trata de idéntica manera. Por tanto no se puede meter a todos en un mismo saco y decir que todos vivimos un tiempo por encima de nuestras posibilidades o que nos creímos que éramos ricos, separemos el polvo de la paja y llamémosle al pan, pan y al vino, vino. Los ricos son ricos, los pobres son pobres y unos se hacen ricos porque abusan de los pobres. No todos han robado, o se han beneficiado de las arcas publicas haciendo favores a terceros, no todos están sentados en el banquillo, no todos se han podido comprar,con el dinero de otros, palacetes o segundas o terceras viviendas, o han obtenido coches, viajes kilométricos, o han celebrado comidas pantagruélicas y han tenido de todo.
Por tanto si todos no somos iguales, las medidas, los recortes no pueden ser iguales para todos, sencillamente porque eso es muy injusto.
No viven por encima de sus posibilidades ni los parados, ni los trabajadores, ni los empleados públicos, ni los pensionistas...Pero incluso rayando la indecencia, cuando protestamos porque se nos recorta los sueldos, los de arriba, los poderosos nos dicen: “No se quejen que peor están los parados”. Nos obligan a mirar para abajo a compararnos entre los que menos tienen para que nos dediquemos a tirarnos los tratos a la cabeza, mientras ellos siguen viviendo en la opulencia y lo peor es que nosotros caemos en la trampa. Incluso se atreven a llamarnos insolidarios si no acatamos con la boca cerrada. La solidaridad bien entendida viene de repartir con equidad y justicia para quitarles a los que mas tienen y darles a los que están en inferiores posibilidades parar tratar de igualarnos todos un poco más. Pero a eso ¿quien esta dispuesto?

Ginés J. Parra Córdoba
Educador Social. Almería, 15 de Enero de 2012
Publicado en la Voz de Almería el día 26 de Enero de 2012